Arte y Huertos
La naturaleza ha sido siempre fuente de inspiración para todos los artistas, sin importar su estilo. Sin investigar demasiado uno puede toparse con cientos de cuadros, de obras de arte dedicadas a la naturaleza o que han servido de base para la creación. Y desde luego, Van Gogh no es la excepción.
En febrero de 1888 Van Gogh abandona Paris y se dirige a la ciudad de Arles, al sur de Francia, buscando un clima más cálido y un mayor contacto con la naturaleza
«Huerto de perales en flor», 1888
Los frutales en flor ocupan un lugar destacado en la producción de Van Gogh. Antes de su famoso almendro, ya había pintado estos árboles en diferentes ocasione
«Aquí hay una fuerte helada, y en el campo todavía hay nieve. Tengo un estudio de un paisaje blanco con la ciudad al fondo, y luego dos pequeños estudios de una rama de un almendro, que ya está en flor a pesar de todo.”Vincent Van Gogh, 2 de marzo de 1888.
Paisaje con nieve, 1888
Cuando llegó era invierno y todo estaba cubierto de nieve, pero a las pocas semanas los primeros almendros comenzaron a florecer.
“Esta mañana trabajé en un huerto de ciruelos en flor. De repente comenzó a soplar un viento tremendo, un efecto que solo vi aquí. En los intervalos el sol hacía brillar todas las florcitas blancas, ¡fue tan hermoso!”Vincent Van Gogh, 11 de abril de 1888.
Con la intensidad que lo caracterizaba, completó 15 cuadros en muy poco tiempo. Sabía que las flores no duraban mucho, y que debía apresurarse si quería retratarlas en su esplendor.
Sólo a modo de ejemplo, y en forma aleatoria discurren por esta página grandes artistas que con sus pinceladas en este caso una y otra vez evocan a los trabajos en los campos, los huertos, las quintas.
Camille Pissarro (1830-1903) es uno de los artistas más célebres de la Francia del siglo XIX y una figura central del impresionismo. Considerado una figura paterna para muchos miembros del movimiento, su trabajo fue enormemente influyente para muchos artistas, incluidos Claude Monet y Paul Cézanne.
Los apostadores de guisantes, 1890
Producción de heno en Eragny, 1901
Mujer de excavación 1883
En la obra de Joan Miró, dependiendo de su época de trabajo se puede pasar por distintos períodos desde nabis al dadaísmo, pero le influyen esencialmente cubismo y surrealismo, corrientes tan disímiles entre sí: mientras el cubismo implica el aplastamiento de la perspectiva y supuso una revolución formalista en la pintura, el surrealismo priorizó el contenido.
Joan Miró. Huerto (con asno), 1918. Fundación Joan Miró
Destaca en esta obra cubista, un cierto temblor en las flores y plantas, de perfil delgado, parpadeantes y dinámicas. Ese movimiento forma parte de su visión de lo telúrico, que identifica asimismo con lo que fluye en el aire, prueba de su sensibilidad artística
Joan Miró. Montroig, viñedos y olivares, 1919
Viñedos y olivares de Mont Roig (1919) representa otro campo labrado lleno de formas diminutas, como una nube de langostas, representativas de la pura vida que emerge de la tierra. Recrea Miró su identidad instintiva, una visión del mundo a través de lo más atávico, de los sentidos, que le unen al surrealismo.
Joan Miró. La masía, 1921-1922. National Gallery
Esta obra netamente dadaista y surrealista sería comprada más tarde por Hemingway.
Literatura
Muy diversos autores de la literatura española le han dedicado versos y prosas al ancestral motivo del huerto.11 Ya lo hizo Gonzalo de Berceo en su Vida de Santo Domingo de Silos, o glosistas como Gabriel Miró en su libro Del huerto provinciano, o Fray Luis de León en su «Oda a la vida retirada»:
Del monte en la ladera
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto,
ya muestra en esperanza el fruto cierto..
o Lope de Vega cuando escribía
Hortelano era Belardo
de las huertas de Valencia,
que los trabajos obligan
a lo que el hombre no piensa.Pasado el febrero loco,
flores para mayo siembra,
que quiere que su esperanza
dé fruto a la primavera.El trébol para las niñas
pone al lado de la huerta,
porque la fruta de amor
de las tres hojas aprenda…