Los perfumes de la literatura

¡Mi nariz es grandísima! Y has de saber, cabeza de alcornoque, que estoy muy orgulloso de semejante apéndice. Porque una nariz grande es característica de un hombre afable, bueno, cortés, liberal y valeroso, tal como soy y tal como vos nunca podréis ser, ¡lamentable idiota!, porque  tenéis una cara sin ninguna cosa especial…

Extracto de Cyrano de Bergerac de Edmond Rostand

¿Sabés quién es este hombre con una nariz tan prominente y peculiar? Lo cierto es que una nariz famosa por su tamaño solo puede pertenecer a la ficción. El hombre es el protagonista de la obra de teatro Cyrano de Bergerac, escrita por el dramaturgo francés Edmond Rostand a finales del siglo XIX. 

Cuenta la odisea de Cyrano, un soldado poeta, orgulloso y sentimental, que posee una nariz que sus conocidos tildan de ridícula. Cyrano está enamorado de la hermosa Roxane, pero teme declararse ante ella porque le avergüenza su supuesta fealdad. A su vez, la joven está enamorada de Christian, un hombre atractivo pero poco ingenioso. Los problemas comienzan cuando nuestro protagonista pacta con este muchacho que Cyrano le escribirá cartas de amor a Roxane, pero firmadas por Christian, con el objetivo de impresionarla. ¿Qué pasará cuando Roxane confiese estar más atraída por el alma de aquel poeta que le escribe que por su rostro?

Esta obra le debe su éxito a tres puntos. El primero de ellos es su protagonista, Cyrano, un hombre “hecho a sí mismo”, que haría lo que fuese necesario por mantener su independencia y libertad, para así demostrarle al mundo que nada ni nadie puede quebrar su alma. El segundo punto es el triángulo amoroso entre Cyrano, Roxana y Christian, en el cual prima la belleza interior y el amor desinteresado, pero se ve obstaculizado por la vergüenza. Por último, la tragedia personal del protagonista, que a pesar de que lucha por ser fiel a sí mismo, es incomprendido por la sociedad.

Un fragmento de la adaptación cinematográfica.

Un dato curioso es que este personaje está inspirado en una persona de carne y hueso. Cyrano sí existió y también su impactante nariz: fue un poeta libertino del siglo XVII, a quien se considera uno de los precursores de la ciencia ficción. Tanto el Cyrano personaje como el Cyrano real tenían un gran manejo del arte de las palabras, pero ¿usaban su característica nariz para algo  más que renegar? ¿Podríamos relacionar a las narices con las palabras?


PARA SABER MÁS
♦ ¿Querés ver la adaptación en blanco y negro que se hizo en 1950? Ingresá AQUÍ


Este viaje digital, como cualquier viaje, se trata de conocer y experimentar, encontrarse con lugares, personajes, historias nuevas, inventos curiosos y ¡AROMAS! Ahora bien, probablemente te estarás preguntando cómo descubrimos y disfrutamos un aroma sin tenerlo en frente de nuestra nariz. La respuesta es más simple de lo que creés: a través de nuestra imaginación. Nuestra mente es capaz de hacer cosas maravillosas si tan solo le brindás buen material con que trabajar, puede recrear rápidamente ciudades y bosques, con los sonidos, olores y sabores que los acompañan. ¿Cómo? ¡Leyendo!

Entonces, ¿Estás listo para continuar el viaje? Vamos a recorrer historias sobre intriga, muerte, amor, locura, naturaleza y aventuras, vamos a pasear de la mano de novelas, poemas y micro relatos cuyos protagonistas son los perfumes. ¿Hasta qué punto sos capaz de reconstruir el mundo con tu imaginación?

EL PERFUME: HISTORIA DE UN ASESINO

Nos trasladamos a la París del siglo XVIII, pero no a la ciudad mágica que nos imaginaríamos hoy, sino a una París con un hedor inconcebible, que apesta a estiércol, orina, madera podrida, excremento de rata, polvo enmohecido, sangre coagulada y sudor. ¿Lo podés visualizar? Estamos ante una época en donde aún  no se conocía la actividad corrosiva de las bacterias, la sociedad era reacia a higienizarse y las aguas fecales se arrojaban a la calle. Es fácil entender por qué los perfumes de aromas intensos eran indispensables: su objetivo era disimular la esencia natural del ser humano.

En este contexto nace el protagonista de esta historia: Jean Baptiste Grenouille, un hombre que no despide ningún olor, pero que posee un olfato excepcional, un verdadero don, que le permite percibir todos los aromas del mundo. Desde la miseria en que nace, Grenouille lucha contra su condición y escala posiciones sociales hasta convertirse en un talentoso y famoso perfumista. Sus creaciones son capaces de inspirar sentimientos sublimes y evocar recuerdos añorados en aquellos que tienen el placer de olerlas. Sin embargo, Grenouille guarda un secreto perturbador: la obtención de estas fórmulas necesariamente involucra una serie de actos delictivos. Los lectores seremos testigos de un arte tan exquisito como repulsivo.  Tal vez Cyrano ostentaba la nariz más famosa de la literatura, pero Grenouille, sin duda, posee la más prodigiosa.


Ahora olía que era un ser humano (…) Su sudor era tan fresco como la brisa marina, el sebo de sus cabellos, tan dulce como el aceite de nuez, su sexo olía como un ramo de nenúfares, su piel, como la flor de albaricoque… y la combinación de estos elementos producía un perfume tan rico, tan equilibrado, tan fascinante, que todo cuando Grenouille había olido hasta entonces en perfumes, todos los edificios odoríferos que había creado en su imaginación, se le antojaron de repente una mera insensatez. Centenares de miles de fragancias parecieron perder todo su valor ante esta fragancia determinada. Se trataba del principio supremo, del modelo según el cual debía clasificar todos los demás. Era la belleza pura.
Grenouille vio con claridad que su vida ya no tenía sentido sin la posesión de esta fragancia. Debía conocerla con todas sus particularidades, hasta el más íntimo y sutil de sus pormenores: el siempre recuerdo de su complejidad no era suficiente para él. Quería grabar el apoteósico  perfume como con un troquel en la negrura de su confusa alma, investigarlo exhaustivamente y en lo sucesivo sólo pensar, vivir y oler de acuerdo con las estructuras internas de esta fórmula mágica.
Se fue acercando despacio a la muchacha, aproximándose más y más hasta que estuvo bajo el tejadillo, a   un paso detrás de ella. La muchacha no lo oyó.

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GRENOUILLE A PUNTO DE COMETER SU PRIMER CRIMEN



Escena de la adaptación cinematográfica del 2006. Si tenés ganas de ver la película completa, ¡buscala en youtube!


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PARA SABER MÁS
♦ ¿Tenés idea de por qué la ciudad y las personas olían tan mal un par de siglos atrás? Descrubrilo AQUÍ


COMO AGUA PARA CHOCOLATE

Ahora nos toca cruzar el océano para arribar en México, a principios del siglo XX, en donde conoceremos una historia de amor agridulce. La protagonista es Tita, la hija menor de la familia De la Garza, quien nace sobre la mesa de la cocina, rodeada de víveres y condimentos. Tita no tiene permitido casarse ya que su deber es cuidar a su madre hasta que muera, no obstante, esto no impide que la joven se enamore de Pedro. El muchacho también la ama, por lo que acepta casarse con la hermana  mayor de Tita, Rosaura, con el único objetivo de permanecer cerca de su enamorada. Mientras tanto, Tita se entrega a su pasión, la cocina, refugio en el cual elaborará platos mágicos, capaces de transformar las emociones y el comportamiento de quienes los prueban.

Como bien sabemos, el gusto y el olfato están íntimamente relacionados, y esta obra te obligará a encender al máximo ambos sentidos. El libro tiene la apariencia de un folletín por entregas, y su principal singularidad es que cada capítulo lleva el nombre de una de las recetas tradicionales de la familia De la Garza, cuyos pasos a seguir para cada preparación se intercalarán con la trama principal.  De esta forma, Laura Esquivel, autora de la novela, nos conduce en una exploración de las artes culinarias repleta de experiencias sensoriales de sabores, aromas y sentimientos.

Hay que tener cuidado de freír el chorizo para las tortas a fuego muy lento, para que de esta manera quede bien cocido, pero sin dorarse excesivamente. En cuanto está listo se retira del fuego y se le incorporan las sardinas, a las que con anterioridad se las ha despojado del esqueleto. Es necesario, también, rasparles con un cuchillo las manchas negras que tienen sobre la piel. Junto con las sardinas se mezclan la cebolla, los chiles picados y el orégano molido. Se deja reposar la preparación, antes de rellenar las tortas.


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FRAGMENTO DE LA RECETA DE
 LAS “TORTAS DE NAVIDAD”

Tita gozaba enormemente este paso, ya que mientras reposa el relleno es muy agradable gozar del olor que despide, pues los olores tienen la característica de reproducir tiempos pasados junto con sonidos y olores nunca igualados en el presente. A Tita le gustaba hacer una gran inhalación y viajar junto con el humo y el olor tan peculiar que percibía hacia los recovecos de su memoria.
A Tita le gustaba hacer una gran inhalación y viajar junto con el humo y el olor tan peculiar que percibía hacia los recovecos de su memoria.
Vanamente trataba de evocar la primera vez que olió una de esas tortas, sin resultados, porque tal vez fue antes de que naciera. Quizá la rara combinación de las sardinas con el chorizo llamó tanto su atención que la hizo decidirse a renunciar a la paz del éter, escoger el vientre de Mamá Elena para que fuera su madre y de esta manera ingresar en la familia De la Garza, que comía tan deliciosamente y que preparaba un chorizo tan especial.



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Escena de la película


¿EXISTE ALGÚN AROMA O SABOR QUE TE EVOQUE UN RECUERDO EN PARTICULAR?

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Video instructivo para preparar una de las recetas de la novela


AROMAS EN POCAS PALABRAS: POEMAS Y MICRORRELATOS

Hasta ahora hemos explorado narices, perfumes y sabores europeos y del norte de Latinoamérica a partir de la lectura de dos novelas y una obra de teatro. Es momento de viajar hacia el sur del continente, pero esta vez nos toparemos con otros géneros literarios. Los textos breves, ya sean en verso o en prosa, también poseen la capacidad de generar un gran impacto en los lectores a partir de un lenguaje conciso y preciso. Mientras que la poesía intenta manifestar sentimientos estéticos, los microrrelatos generalmente ambicionan generar sorpresa y extrañeza. Te invitamos a leer una serie de producciones en donde los olores juegan un papel crucial.

Vio la sirena en la playa, semiasfixiada por falta de agua, y la llevó a su casa, llenó la bañera, la introdujo suavemente y le hizo compañía. A su mujer no le pareció extraño verlo ahogado: había sido tan adicto a los baños de inmersión, y éstos eran tan traicioneros, que tarde o temprano tenía que suceder. Lo extraño era ese profundo aroma a mar que inundaba toda la casa.  
“LA SAL DEL HOGAR” de Eugenio Mandrini

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Albahaca del cielo
malva de olor,
salvia dedos azules,
anís desvariador. Bailan atarantados
a la luna o al sol,
volando cabezuelas,
talles y color. Las zamarrea el viento,
las abre el calor,
las palmotea el río,
las aviva el tambor. Cuando es que las mandaron
a ser matas de olor,
todas dirían «¡sí!»
y gritarían «¡yo!» La menta va al casorio
del brazo del cederrón
y atrapa la vainilla
al clavito de olor. Bailemos a los locos
y locas del olor.
Cinco semanas, cinco,
les dura el esplendor.
¡y no mueren de muerte
que se mueren de amor!
“RONDA DE LOS AROMAS” De Gabriela Mistral
¡Escuchá el poema recitado en vivo!

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En el paraíso terrenal, en el día luminoso en que las flores fueron creadas, y antes de que Eva fuese tentada por la serpiente, el maligno espíritu se acercó a la más linda rosa nueva en el momento en que ella tendía, a la caricia del celeste sol, la roja virginidad de sus labios.
-Eres bella.
-Lo soy -dijo la rosa.
-Bella y feliz – prosiguió el diablo-. Tienes el color, la gracia y el aroma. Pero…
-¿Pero?…
-No eres útil. ¿No miras esos altos árboles llenos de bellotas? Ésos, a más de ser frondosos, dan alimento a muchedumbres de seres animados que se detienen bajo sus ramas. Rosa, ser bella es poco…
La rosa entonces –tentada como después lo sería la mujer- deseó la utilidad, de tal modo que hubo palidez en su púrpura.
Pasó el buen Dios después del alba siguiente.
-Padre –dijo aquella princesa floral, temblando en su perfumada belleza-, ¿queréis hacerme útil?
-Sea, hija mía –contestó el Señor, sonriendo.
Y así vio el mundo la primera col.
“EL NACIMIENTO DE LA COL” de Rubén Darío

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Bajamos las escaleras hacia el sótano. Otros vienen subiendo. Los miramos. Un ligero olor a azufre en sus cuerpos rojizos nos hace desistir de seguir bajando

“LOS QUE SUBEN” de Alejandro Bentivoglio

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El olor a remedios me encantaba, me volvía loco. Yo no sé qué estaban usando pero te digo, yo hacía la guardia 12 por 24, y bueno, cuando estaba en casa, al principio todo bien, como que descansaba y tenía el olor todavía en la punta de la nariz, pero a medida que pasaban las horas yo me iba poniendo como nervioso. Mi mujer me decía, “Cacho, qué te pasa, te noto raro”. Y era eso, ¿viste?, extrañaba el olor del hospital, no sé qué estaban usando, para mí que alguna droga, qué sé yo. Yo esperaba la hora de volver a laburar, ni dormir podía, faltaban tres o cuatro horas y ya me ponía de los nervios, el tiempo no pasaba más, no sabía qué hacer. Hasta que un día me levanté a las cinco, ya no daba más y le dije a mi mujer, “me voy al hospital”. “¿Qué hospital?” me contestó, “si entrás a las 8 y es acá a la vuelta”. Claro, ella sabía todos mis horarios, si estaba al pedo todo el día mirando Canal 9. Y yo no sabía cómo explicarle que necesitaba el olor del hospital. Y puse cara de nada. Y ella me dijo “vos debés tenés algún fato ahí en el hospital”. Y yo ¿qué le iba a decir? ¿que iba al hospital por el olor? Me iba a tomar por loco; más vale pasar por infiel que por chiflado. Y bueno, ni le contesté, me fui escuchando sus gritos, llegué al hospital a las 5 y 5 de la mañana. El del turno anterior me preguntó “Cacho, ¿qué pasó?, ¿te caíste de la cama?” Y yo ¿qué le iba a decir?, le dije: “Me peleé con mi mujer” “Uh”, dijo, “esas yeguas son todas iguales, vos te  rompés el orto laburando y  ellas mirá cómo te pagan”. “Bueno, Cacho”, me dijo, “ya que viniste temprano, me tomo el palo”.
Y a partir de ahí ya llegaba tres, cuatro, cinco horas antes. Ya se empezaba a cebar el del turno anterior, un día llegué dos horas antes de mi horario y medio que se enojó, dijo “te quedaste dormido, eh?” y me guiñó el ojo. Mi mujer se fue a los tres días del primer incidente. “Mejor”, dijo el del turno anterior, “menos gasto.
Pero un día, en la administración se dieron cuenta. Resulta que una ambulancia chocó en la puerta, se armó un quilombo bárbaro, vino un concejal, se puso a controlar las planillas, a pedir documentos, y ahí saltó la papa, yo entraba promedio cuatro horas antes y el del turno anterior laburaba ocho por 36, como en Suecia y Dinamarca. En fin, tuve que ir a un interrogatorio, estaba el directorio, el concejal y tres psiquiatras. Les dije toda la verdad. Me declararon loco y ahí fue me mandaron acá, al neuro.
¡Haberlo sabido antes! pensé apenas llegué. Acá no sólo no tengo que laburar sino que el olor se siente todo el día y toda la noche. Es el paraíso.

“HOSPITALARIAS” de Fabían Vique

PARA REFLEXIONAR Y PRODUCIR:

¿Cuáles son las diferencias en la descripción y función de los olores entre ambos géneros?

¿Por qué no intentás escribir tu propio microrrelato o poema en relación a un aroma en particular?

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